Los casi 100 kilómetros por hora de intensidad de las ráfagas de viento que azotan a la ciudad de Río Grande, han comenzado a ocasionar serios inconvenientes.
Voladuras de techos, caída de cables, chapas desprendidas y hasta una casilla destrozada en la zona norte de la ciudad, son algunas de las consecuencias de los fuertes vientos.
Afortunadamente hasta el momento no hay que lamentar personas heridas.
Desde Defensa Civil y Bomberos solicitan extremar precauciones y evitar salir a la vía pública en caso de no ser necesario, como así también, no dejar sueltos elementos que puedan ser desplazados por el viento y ocasionar daños a terceros.